¿Podemos imaginar un mercado mundial de 800 millones de personas hispano-luso hablantes si fuéramos capaces de poner en valor económico la potencialidad que da el ser lenguas oficiales en una treintena de países del mundo?
Este sería el premio que recibirían los países cuya lengua nativa es el español o el portugués, en distintas partes del mundo, si se aunaran esfuerzos en ese sustrato que vertebra las relaciones entre los seres humanos: la lengua como vehículo de comunicación, creación de narrativas y expansión de las relaciones entre distintas comunidades.
En particular, los expertos consideran que el español es entendido en los países de habla portuguesa y que, en general, ambas lenguas son recíprocamente comprensibles. Por ello, una iberofonía funcional y operativa es perfectamente posible y, en este contexto, un paniberismo lingüístico y cultural que abarque a todos los países de lenguas española y portuguesa de todos los continentes es también una posibilidad perfectamente factible.
Para remontarnos a las raíces, no podemos olvidar que España y Portugal fueron las potencias coloniales de los siglos XV, XVI y parte del XVII. A partir entonces y de forma gradual, holandeses, franceses y sobre todo los británicos hasta el advenimiento del imperio de EEUU en el siglo XX fueron los colonizadores no sólo físicos, sino sobre todo culturales del mundo, a expensas sobre todo España, sumida cada vez más en una melancolía autodestructiva hasta nuestros días.
Sobre todo el inglés, lingua franca del siglo XXI, ha usado su carácter vehicular de comunicación global para convertirse en el estándar de cultura por excelencia en Occidente y en Oriente. Porque Oriente se ha occidentalizado para abrirse al mundo desde su letargo histórico. El inglés es cada vez más el vehículo linguístico y de conexión cultural entre culturas.
En este contexto cabe preguntarse:
A) ¿Cuáles son las posibilidades reales de que germine una alianza iberófona o panibérica considerando los puntos de partida de todas las naciones implicadas? En ello pesará la voluntad política, el sentimiento popular y las agendas respectivas.
B) ¿Cuales son las posibilidades reales de esta alianza iberófona de germinar y competir en un mundo donde el inglés es el idioma vehicular de transacciones y de cultura de masas?
Una buena prueba de este interés será el 500 aniversario de la primera circunnavegación de la Tierra, gesta hispánica culminada por Juan Sebastián Elcano en 1522 e iniciada por el marino de origen portugués Fernando de Magallanes bajo los auspicios y la dirección política de la Corona española en 1519. Durante los próximos tres años habrá oportunidad de ver cómo España y las demás naciones implicadas conmemoran este relato y enfocan su respectiva participación en lo que sin duda representó el comienzo de la globalización.
Una estrategia panibérica de promoción de las lenguas española y portuguesa es una posibilidad apasionante que encuentra una profunda raíz en el amplio abanico de poblaciones que hoy usan el español y el portugués como idiomas nacionales y vehiculares. No sólo eso, sino que la propia demografía de los países no europeos en cuestión hace prever incrementos de la población hispano-luso parlante, de la población iberófona, en todo el mundo.
En el lado de la dificultad, se encuentra el reto de construir un modelo cultural que dé contenido a un modelo social y económico donde las dos grandes lenguas ibéricas puedan proyectar todo su potencial. Un ejercicio sólo de voluntarismo político sin más añadidos no será suficiente. El propio modelo de educación habría de incluir asignaturas relacionadas con las lenguas panibéricas como un elemento central de la formación de las personas.
Frigdiano Álvaro Durántez Prados, geopolítico español, es pionero en la corriente contemporánea del Paniberismo o Iberofonía, teoría y tendencia geopolítica y cooperativa que propugna la definición y la articulación de un Espacio Multinacional de Países de Lenguas Española y Portuguesa de todos los continentes. En breve adjuntaremos algunos de sus trabajos y entrevistas que proporcionan una visión general de esta doctrina y de esta realidad.