«Hasta hace unos pocos años estudiar una carrera universitaria o una formación profesional determinada implicaba un empleo de por vida y el mercado laboral absorbía razonablemente bien a los nuevos candidatos. En el mundo de hoy cada vez menos.»
En los países occidentales, la educación certificada se obtiene a través de un itinerario formativo reglado donde instituciones públicas, privadas y semiprivadas aportan conocimientos, hábitos y habilidades hasta el primer destino profesional. A partir de ahí cada persona puede redirigir y afinar su carrera profesional con formaciones adicionales, certificadas o no, por instituciones privadas (la mayoría) o públicas.
Cada vez más lo que hemos estudiado durante la carrera no será lo que apliquemos durante nuestras etapas de trabajo, cambiaremos de empresa y de sector, alternaremos etapas de paro, sabáticas, de formación, con desempeños profesionales o aventuras empresariales. Va a ser más importante que nunca la formación durante la etapa profesional y los cursos masivos online (del inglés MOOCs o “Massive Online Open Courses”) tienen un importante lugar. Junto con estos, las universidades más punteras ya están apostando por sistemas blended (SPOCs: Small Private Online Courses, Flipped Classroom, etc.).
Ecosistemas de excelencia en la educación como el MIT, magníficamente recogidos en el blog Sintetia que nos que el talento no se improvisa, están tratando de renovar su liderazgo certificando las nuevas capacidades necesarias a través de sus MOOCs. El excelente libro “La vida de 100 años” de Lynda Gratton y Andrew Scott subraya la necesidad de un liderazgo personal en nuestra formación ante una vida profesional más larga y menos predecible que la que hemos tenido hasta el momento actual.
En mi reciente experiencia en el MOOC del MIT (FinTech Course: Future Commerce) pude constatar las actitudes y capacidades necesarias para un buen aprovechamiento de esta experiencia:
- Aunque resulte obvio, el inglés es el idioma del mundo de los negocios, hay que hablarlo y escribirlo y hacerlo bien, y ello influye en la calidad de las interacciones con otros miembros y en las calificaciones finales que se reciben.
- La actitud «digital» es fundamental: en los múltiples foros puedes preguntar o resolver dudas, y ello exige dejar a un lado el pánico escénico digital (“o no sé lo suficiente, o si puedo parecer pedante”) dentro del código de conducta que se establece. Simplemente aprender leyendo los foros digitales ya es un lujo.
- Las herramientas digitales colaborativas para trabajar en cada módulo son cada vez más ágiles, interactivas y efectivas. Cada estudiante carga su perfil descriptivo al comienzo y desde ahí se participa en foros digitales por temas, chats por grupos de trabajo, herramientas de office para grupos, sistemas de edición de video para presentaciones o sistemas de votación online sobre distintos temas. Curiosamente hoy los usuarios personales acceden más a tecnologías colaborativas baratas como el Google suite, Slack u otras que muchas grandes corporaciones, que por razones de seguridad, integridad y privacidad no permiten que sus empleados trabajen fuera de entornos cerrados (normalmente más caros y peores) que no se comunican fácilmente con el exterior.
El FinTech Course: Future Commerce es posiblemente uno de los primeros y más comprehensivos intentos de aportar formación reglada de alcance internacional con la calidad académica del MIT como respaldo en una materia tan vibrante como la transformación de las finanzas por la tecnología. Con el ecosistema de innovaciones tecnológicas FinTech en plena ebullición, es sobre todo un curso de innovación emprendedora fuera y dentro de la gran empresa. Yendo más en detalle a las características del curso MOOC del MIT:
- Son cursos globales, en este caso con más de 900 personas de todos los continentes, lo que implica entre otras cosas que los tiempos de finalización de trabajos han de referenciarse a un huso horario. En este caso era Boston a las 23,00h.
- La plataforma organizadora del MOOC no tiene por qué pertenecer a la institución certificadora sino una especialistaque trabaja con varios clientes como en este caso fue con GetSmarter. El MIT en este caso aporta la certificación, diseña el curriculum del curso bajo la tutela de un director y los mentores y otros participantes o profesores externos. Es un caso de innovación abierta donde cada parte tiene su rol bajo la coordinación del MIT.
- Las reglas de participación y sistemas de calificación están perfectamente definidas desde el primer módulo, insertadas en rutinas digitales con valoraciones producto de cuestionarios, o trabajos individuales o en grupo evaluados por mentores especializados.
- El contenido de cada módulo se publica tras finalizar el anterior, permitiendo al estudiante seguir una dinámica evolutiva partiendo de conocimientos básicos, hasta la realización de trabajos individuales o en grupo con presentación de los proyectos finales que permiten dar la nota individual de cada participante.
- La pulcritud y concreción de los contenidos es altamente relevante y aplicable en negocios reales. Además de aportar conocimientos específicos, se trabaja con metodologías de trabajo ágil o de innovación que se usan en las empresas más avanzadas en el mundo, sean startups o empresas establecidas.
- La participación de los estudiantes es trazable en cada momento. En las entregas individuales, la no entrega en plazo resta puntos. En función de la calidad, tendrá una puntuación variable. Además, en cada grupo de trabajo hay una evaluación digital 360º, donde cada persona evalúa a sus compañeros.
- Los MOOCs del MIT buscan la excelencia individual y la originalidad e innovación en el trabajo en grupo. Los trabajos que reflejan actitudes y logros son más premiados que los tests de conocimientos.
- Los trabajos colectivos resultan del desarrollo de los 120 elevator pitches seleccionados por votación entre los estudiantes, de entre los originalmente presentados por cada uno de los 900 estudiantes del curso. Los proponentes de los 120 seleccionados tendrán que desarrollarlos hasta el final del curso con la ayuda del restos de los estudiantes, que se incorporan a cada proyecto por el principio de de orden de solicitud.
- Los trabajos en grupo son quizá la representación más variada posible de un ambiente de trabajo global hoy en día: en torno al tema fintech, grupos de trabajo de 5 personas provenientes de varios países, liderados por el estudiante proponente y ayudados por un mentor del MIT, con distintos husos horarios, distinta formación han de desarrollar una idea de negocio factible e innovadora usando las distintas herramientas colaborativas digitales. Crear un plan de trabajo entre un holandés experto en cloud, un norteamericano de un hedge fund, un español de banca de inversión, una abogada israelí experta en digital y un banquero retail belga través de una especie de Skype para hacer proyectos semanalmente fue bastante exigente.
- Finalmente, no se recibe la certificación del MIT si no se supera un mínimo de calificación, en este caso una calificación 7 sobre 10.
«La tecnología detrás de los MOOCs ha permitido una vez más el milagro de la personalización de la experiencia de usuario de forma que la percepción de algo masivo e indiferenciado desaparece.»
En mi experiencia he podido comprobar cómo varios estudiantes que han desarrollado un proyecto de nuevo negocio en este MOOC han tratado de desarrollarlo en la práctica. La calidad, experiencia y variedad de los participantes aporta una valiosísima red concentrada de contactos que puede seguir compartiendo experiencias a través de redes como LinkedIn o de forma directa. Sin duda alguna, la actual formación reglada presencial, con sistemas industriales y mayoritariamente presenciales del siglo XX, costosa y rígida, habrá de adaptarse a la competencia de los cada vez más efectivos MOOCs sobre cualquier materia. Para tener una idea del cambio global que las nuevas tecnologías están ya ocasionando vale la pena ver este video de 4 Premios Nobel en Septiembre pasado.