La deuda es un arma de doble filo. Conseguir financiación ajena permite, entre otras cosas, invertir y consumir, adelantar al momento presente el disfrute, “vivir por encima de nuestras posibilidades” e incrementar la rentabilidad de nuestro capital (ROE) dado un determinado rendimiento (ROA) del activo en el que invertimos. Pero como esta rentabilidad se sitúe por debajo del coste de financiación, perdamos la fuente de rentas o, lo que es más grave, nuestra inversión sufra una caída de valor, entonces tendremos dificultades para pagar la deuda. Seremos insolventes. Les sucede a las empresas, a las entidades financieras, a las familias y a los Estados. La evidencia histórica es contundente, tal y como se refleja en el gráfico 1.
Gráfico 1. Evolución del crédito privado (excluyendo sectores financieros). % del PIB
(*) Los diamantes rojos indican inicio de una crisis
Fuente: BIS, BCE
Después de una fuerte expansión del crédito (en este caso privado, es decir, familias y empresas) y, con ella, del PIB, se entra en una crisis de una magnitud diferencialmente superior a las causadas por otros motivos. Son las denominadas “recesiones de balance”, más severas dado que no sólo hay que solucionar el abultado endeudamiento sino compensar el aumento de capacidad productiva, comercial, laboral y de gasto público asociado al dinamismo previo (y no sostenible) del PIB. En el gráfico 2 se representan las principales crisis económicas de los últimos años y se observa con claridad que la caída del PIB en apenas 5 años supera en varios puntos porcentuales el crecimiento conseguido la década anterior.
Gráfico 2. Caída del PIB tras un “boom”
(**) Crecimiento del PIB per cápita 5 años después del boom comparado con el vigente 10 años antes.
(***) En amarillo, crisis financieras. En azul crisis no financieras
Fuente: BCE
Regreso al gráfico 1 para destacar cómo la economía china ha entrado en clara zona de riesgo. Su endeudamiento privado ha superado ya la cota del 200% del PIB y, aunque parece que ha moderado su ritmo de crecimiento, es claro que sigue en expansión. Como comento aquí China es la “economía excepción” en el actual contexto de aceleración cíclica. No es casual que diversas autoridades económicas y monetarias estén publicando estudios sobre los riesgos del excesivo endeudamiento empresarial de las empresas chinas China. Este Occasional Paper del BCE es el mejor compendio de todos ellos y recomiendo encarecidamente su lectura.