El verano de 2019 ha visto el primer bombazo mundial de una serie española a través de Netflix. Y España ha sido la elección de las plataformas audiovisuales internacionales para producir series de ficción. La globalización de los activos digitales sigue imparable por más que se impongan tarifas comerciales o se devalúen las monedas.
«La Casa de Papel» («Money Heist» en inglés) ha sido en su tercera temporada estrenada el 19 de julio la serie más vista en la historia de Netflix tras la primera semana de su publicación con más de 34 millones de visionados, por delante de la famosa «Stranger Things». «La Casa de Papel», producida por Alex Pina para Antena 3, no podía soñar con un éxito más reverberante, que por supuesto sigue alimentando la maquinaria de suscripciones de Netflix, que cuenta ya con 139 millones de usuarios. Un modelo de negocio que no solamente acumula una hemeroteca amplia y de lujo, sino que continuamente se reinventa con nuevos éxitos.
«La Casa de Papel» es una trama de ficción sobre el atraco a la Fábrica Nacional de la Moneda y Timbre en España (FNMT), metódicamente planificada y brillantemente ejecutada por un grupo de heterogéneos y divertidos personajes. La serie es magistral en tanto ofrece suspense, imaginación, continuos toques de humor y comedia y tiene un potente relato de fondo: la lucha contra el poder establecido. No hay sueño más bonito que pensar en cambiar lo que no funciona.
En la serie, una vez culminado el atraco con éxito comienza la «resistencia», la lucha de los atracadores contra el Sistema con un atraco aún más osado, cuando son conscientes de que el poder les perseguirá uno a uno usando cualquier método (recordemos, es una trama de ficción). El nuevo atraco tiene como objetivo las reservas de oro de la mismísima caja fuerte del Banco de España, sepultada aparentemente a 48 metros de profundidad bajo el edificio, que resulta ser el sitio donde se guardan los documentos más clasificados del Estado (las cloacas).
Espero no haber hecho un spoiler demasiado detallado, pero les aseguro que la serie tiene suficiente atractivo para verla por más que te la cuenten.
El argumento de «La Casa de Papel» en parte construye sobre otra película menos reciente, V de Vendetta, que popularizó las caretas de la resistencia en un mundo distópico y resignado que impone el líder malo de la película y contra el cual lucha y vence finalmente V – el protagonista bueno. V vence cuando todos los ciudadanos se convierten en resistencia.
La lucha contra el poder
¿Qué es el poder? Podríamos definirlo como conseguir que otros hagan lo que quiere el que lo ejerce usando desde mecanismos legítimos hasta ilegítimos.
“Aunque quizá no sea tan reconocido, pocos atributos ejemplifican mejor el poder que la capacidad de emitir dinero.”
Cuando un país tiene y emite moneda ésta se convierte en el medio de pago legal a través del cual fluye toda la actividad económica de sus ciudadanos y empresas. Se compran y venden cosas, bienes o servicios, se pagan salarios e impuestos, se vende al exterior o se reciben pagos o inversiones.
El valor de cada moneda comparado con otras es importante, señal de fortaleza y confianza en el país. Depende de muchos factores, políticos, económicos, o de la propia cantidad en circulación. Las devaluaciones o pérdidas de valor de las monedas han destronado gobiernos (véase el caso de Argentina en repetidas ocasiones) y la mayoría de los países están a favor de que su moneda sea fuerte. Tener moneda propia es una de las mayores representaciones de la soberanía nacional – lo que hace aún más significativa la decisión de 18 países de ceder su moneda para adoptar el euro en pro del proyecto de integración europeo.
El valor de cada moneda comparado con otras es importante, señal de fortaleza y confianza en el país. Depende de muchos factores, políticos, económicos, o de la propia cantidad en circulación. Las devaluaciones o pérdidas de valor de las monedas han destronado gobiernos (véase el caso de Argentina en repetidas ocasiones) y la mayoría de los países están a favor de que su moneda sea fuerte. Tener moneda propia es una de las mayores representaciones de la soberanía nacional – lo que hace aún más significativa la decisión de 18 países de ceder su moneda para adoptar el euro en pro del proyecto de integración europeo.
Por eso «La Casa de Papel» se convierte en el atraco a una institución – la FNMT – que representa un poder que no se puede compartir. Cuando en la película uno de los protagonistas usa el argumento de “queremos imprimir unos cuantos billetes de más y robarlos” y lo equipara con la inyección cuantitativa – creación de dinero nuevo – que realiza el Banco Central Europeo para ayudar a la banca y con ello evitar su quiebra uno no deja de sonreír por la comparación. Claro que la decisión fue tomada por otra instancia del poder – el BCE – al objeto de preservar el sistema establecido y evitar el colapso económico.
Es decir, en «La Casa de Papel» primero se vulnera el monopolio de emisión de billetes de curso legal, y segundo se esquilman las reservas de oro, que supuestamente fueron en su momento el respaldo de valor de los billetes. La convertibilidad de los billetes en oro desapareció con Nixon en 1973 y de ahí se extendió al resto de los países.
Ningún banco central de ningún país tiene reservas de oro suficientes como para garantizar la devolución de todos los billetes en circulación de su moneda. Especialmente por la «actividad fraccionaria» de los bancos comerciales cuando crean dinero dando préstamos que a su vez se convierten en depósitos unido a las recientes inyecciones cuantitativas que han realizado no sólo el BCE como he comentado, sino los bancos centrales más importantes del mundo como la Reserva Federal de EEUU, el Banco de Japón o el Banco de Inglaterra.
Por eso si todos confiamos hoy en las monedas y billetes nacionales es porque confiamos en las instituciones que los respaldan y que son los propios estados. Algunos como el dólar estadounidense incluso apelan a una instancia más elevada: “In God We Trust”.
Es decir, ese poder omnímodo para crear dinero que tienen los estados a través de sus instituciones y bancos centrales no puede compartirse con nadie, y por tanto «La Casa de Papel» es una agresión al sistema contra el cual el poder responde con toda su fuerza.
«La Casa de Papel», como los buenos relatos que quedan en la memoria (véase películas como Star Wars, El Señor de los Anillos, Harry Potter, …), se plantea metafóricamente como una lucha de los buenos contra los malos. La resistencia en «La Casa de Papel» también nos recuerda la lucha contra el poder establecido que hoy vemos en varias partes del mundo. De una parte, la falta de respuesta de las democracias liberales ante las exigencias de mayor participación de muchos ciudadanos y de otra parte los intentos de los sistemas autocráticos de restringir las libertades y coaccionar a sus ciudadanos como actualmente está sucediendo en Hong Kong o en Rusia. Ciertamente, la tecnología está permitiendo la amplificación de los mecanismos de participación ciudadana, pero el sistema, el poder, tiene unos recursos de supervisión (surveillance) que nunca habrían sido posibles sin la tecnología.
Por otra parte, Libra es un proyecto de nueva moneda exclusivamente digital que Facebook y otras 27 corporaciones han anunciado en el pasado mes de Junio que pondrán en circulación en 2020. Libra es una moneda digital que usará tecnología criptográfica a través de una blockchain y estará respaldada por el valor de monedas nacionales seleccionadas. Libra es el mayor hito en criptomonedas desde el intento de lanzamiento de Bitcoin en 2009 por Natoshi Nakamoto. Todo esto ya lo expliqué aquí.
Libra by Facebook representa la una moderna agresión al sistema, a «La Casa de Papel». Para que Libra vea la luz tendrá que contar con el beneplácito del poder actual.
Libra by Facebook representa la una moderna agresión al sistema, a «La Casa de Papel».