Lo he defendido desde 2008: la política monetaria es una herramienta muy potente de política económica. Mucho más de lo que pensamos. Y es una pena «limitarla» a la consecuención de un único objetivo como la inflación, sobre todo cuando éste no parece el principal problema de las economías desarrolladas.
Nadie tiene la capacidad de un banco central de crear base monetaria y, por lo tanto, de influir en los mercados financieros, no sólo de renta variable sino, especialmente, en los de renta fija.
La ampliación del tamaño del balance de un banco central es lo que se denomina Quantitative Easing (QE), practicado activamente por la Reserva Federal de EEUU entre 2008 y 2014 y, de forma más reciente, por el BCE.
En el caso del Área euro, el programa de adquisición de activos de renta fija a vencimiento se denomina APP y tiene 4 componentes: ABSPP (compra de ABS), CBPP3 (compra de covered bond emitidos por bancos), PSPP (compra de deuda pública) y el cuarto y más reciente, el CSPP. Mediante el Programa de Compra de Bonos Corporativos, el BCE adquiere emisiones de renta fija de empresas de la UME. No entraré en más explicación porque el artículo que me ha motivado este post lo hace muy bien.
(1) Las compras realizadas hasta el momento por el BCE (entre junio y octubre, por un importe de 38.144 millones de EUR) han supuesto una reducción del coste de financiación empresarial de entre 20 y 40 pb. Esta rebaja se ha extendido al segmento de emisores high yield, a pesar de que las compras del BCE se han limitado al segmento grado de inversión (ya nos hemos encargado los gestores de carteras de comprar esta tipología de bonos al ser «expulsados» por el BCE del IG, como ya nos pasó en su día con la deuda pública).
(2) Se ha aumentado el número de empresas que han emitido en el mercado de bonos. Es decir, no solo las compañías tradicionales han emitido, sino que han debutado otras cuantas (en el caso de España, la naviera Elcano es bien significativa). Es decir, el CSPP está sirviendo para dinamizar la función del mercado de capitales como fuente de financiacion para la inversión empresarial, esto es, para acercarnos un poco más al modelo vigente en EEUU o en el Reino Unido (sobre esto escribiré un post en breve).
(3) El hecho de que las grandes compañías, así como algunas medianas, hayan sustituido financiación bancaria por bonos ha favorecido el acceso de las PYMES a la financiacion bancaria, además con unas codiciones de coste también más ventajosas.
En definitiva, la política monetaria no convencional del BCE, en este caso mediante la emisión de base monetaria para adquirir a vencimiento bonos emitidos por empresas grado de inversión (CSPP), ha servido para facilitar las condiciones de financiación del conjunto empresarial, no sólo de las sujetas a este programa, sino también las high yield, así como las PYMES.
¿Y a qué coste? De momento, a ninguno. Y puede ser que no haya coste a futuro: este aumento de la base monetaria no tiene por qué generar un repunte de la inflación (problema para los ahorradores) y no tiene por qué producirse impagos de las compañías cuyos bonos ha comprado el BCE (problema para el contribuyente).
Sería toda una lección que este tipo de medidas sirvieran para estimular la inversión (beneficio) sin aparejar costes (al menos directos).
Para tener una visión menos bondadosa de los efectos de la politica monetaria ver
http://www.casadellibro.com/libro-por-que-otros-se-hacen-cada-vez-mas-ricos-a-tu-costa/9788423421039/2939365
Su opinion es que el incremento desproporcionado de la base monetaria por encima de cualquier conexion con la economía real es la semilla de una catástrofe que acabará por manifestarse. Lo que sí que está claro es que no está produciendo los efectos deseados más allá de mantener "vivas" a ciertas economías, que el dinero no llega a quien lo necesita, y que posiblemente está incrementando las desigualdades, entre los que se saben beneficiar y los que no saben o no pueden.