Zona de conflicto entre India y Pakistan |
Se dice que los mapas son representaciones fidedignas de las divisiones entre países, y seguramente es así cuando las fronteras no están en disputa. También es posible que cuanto más cerca has vivido de una frontera más probable sea que el límite se difumine, sea porque tu familia está a ambos lados, porque tienes amigos, relaciones sociales o negocios entre uno y otro lado. En este caso la frontera se torna en una línea administrativa (pagamos impuestos o recibimos la sanidad en uno u otro territorio).
Hay no obstante ocasiones en que la frontera está clara para cada parte cuando hay una región en disputa, como es el caso de la región conocida como «Jammu y Cachemira», buena parte de la cual la India considera propia, de la misma forma que también lo piensa Pakistan. De hecho, si uno mira un mapa de la India en la propia India verá una representación distinta del que se ve en Pakistán. En el mapa de arriba de Google, si marcas un punto en la zona en disputa no aparecen las coordenadas, mientras que sí lo hacen en las regiones limítrofes de India y Pakistán que no están en disputa. Google llegó a causar un conflicto involuntario con la India cuando atribuyó la región de «Arunachal Pradesh» a China, y Google publica un sitio cartográfico independiente para los usuarios chinos, que funciona dentro de un gran servidor de seguridad chino. Pero esto no es una concesión exclusiva a Beijing. Google mantiene versiones específicas de mapas de 32 regiones distintas para diferentes países de todo el mundo, cada uno de los cuales cumple con sus respectivas leyes locales.
El enquistamiento del conflicto entre palestinos e israelíes y la reciente resolución el 23 de diciembre de la ONU contra los asentamientos facilitada por la abstención histórica de EEUU es una prueba de las visiones divergentes de las dos comunidades y la falta de intento de acuerdo sobre sus respectivos mapas mentales de la situación como consecuencia de una falta de confianza entre sus respectivos líderes y negociadores.
Y es que el mundo está lleno de confictos, unos más evidentes que otros, de mayor o menor importancia, domésticos, internacionales, políticos, económicos o militares, donde es fundamental, si se quiere siquiera empezar a abordar una solución duradera, comprender el relato de la otra parte. La crisis de los misiles de Cuba se interpretaba en Rusia como la Crisis del Caribe (ya que Rusia no quería disociarla de los misiles estadounidenses apuntando a su territorio desde Turquía). Solo entendiendo la base completa del conflicto las partes pueden construir un diálogo que satisfaga a las partes.
Seguramente uno de los mayores portadores de la «verdad» de cada parte son las creencias y la evolución de la Historia está plagada de constructos sociales que se han devengado a lo largo de períodos más o menos largos. Cuando éstos duran una o varias generaciones, la verdad se entrelaza con las creencias y los sentimientos y no es fácil iniciar un diálogo para resolver un conflicto sin intentar comprender la construcción social de cada una de las posiciones. El recurso a lo que dice la ley cuando la ley se ha ido derogando o disolviendo por etapas no suele ser un dirimente aceptable para una resolución duradera del problema.
Y cuando el conflicto tiene una base social arraigada, no suele ser una buena estrategia pedir una cesión a la otra parte sobre algo que considera sagrado como punto de partida. Es más que probable que la parte en cuestión no acceda y se enquiste la negociación ya desde el comienzo. Hay por tanto que crear un clima de «nada está acordado hasta que todo esté acordado», que permita que las conversaciones fluyan con la certeza de que no son definitivas hasta el momento apropiado, y que por tanto permita mantener el empuje de las negociaciones. Esta es posiblemente una aproximación apropiada para conflictos en los que hay muchos aspectos que negociar, donde cada parte puede hacer cesiones en unos u otros aspectos de cara a conseguir su buen resultado final.
La historia comienza cuando fuimos agraviados. En 1997, Martin McGuinness, líder del brazo político del IRA, fue invitado a 10, Downing Street y dijo: «Así que este es el lugar donde se hizo todo el daño.» El asesor de Tony Blair comenzó a relatar los efectos del ataque del IRA en 1991 a la residencia del premier británico, a lo que McGuinness aclaró que se refería al daño provocado por las negociaciones en esa misma sala entre el entonces primer ministro irlandés Michael Collins y el primer ministro británico Lloyd George… allá en 1921. La historia comienza en momentos diferentes según distintas personas, Las fechas señaladas en nuestros mapas mentales habitualmente son aquellas que conmemoran nuestras victorias y victimizaciones.
Por ello, pedir a la gente que olvide el pasado en una relación enquistada a lo largo de mucho tiempo suele ser inútil, aunque a veces es posible ayudarla a encontrar maneras más enriquecedoras de aplicar las enseñanzas del pasado. Ayudar a construir un puente entre pasado y futuro puede ser una estrategia apropiada. Dibujar juntos un futuro que reconozca el pasado es posiblemente el mejor resultado de un proceso de negociación, si las partes encuentran los incentivos, internos y externos, para sentarse en la mesa de trabajo.
Por ello, el germen de partida de cualquier negociación compleja y que tiene bases sociales consolidadas ha de ser el comenzarla con los parámetros apropiados, reconociendo los mapas mentales, las convicciones y las creencias de las partes en la mesa, entendiendo que no será un proceso ni fácil ni corto. Como dijo el presidente Kennedy en su toma de posesión en 1961:
«Todo esto no habrá concluido en los primeros cien días. Ni terminará en los primero mil días., ni en toda la vida de esta Administración, y ni siquiera en toda nuestra vida sobre este planeta. Pero empecemos. «
Interesantísimo articulo Enrique, el mundo está plagado de conflictos como los que comentas y que tienen que ver muchas veces con la educación recibida o la necesidad de busqueda de un conflicto/enemigo externo para mantener el poder.
Gracias Pablo. Te recomiendo el libro "Negociar LO IMPOSIBLE", de Deepak Maholtra. Espero hacer varios posts en el futuro sobre las enseñanzas de ese libro. Es un libro de cabecera para cualquier que se de cuenta que negociar significa llegar a un acuerdo entre partes y que hay muchos aspectos a tener en cuenta.